Don Augusto de Lima

They sat and wandered through the inventory of the world events that had unfolded during their lives.

Nota: Si desea leer este texto en español, puede hacer clic en el enlace incluído al final del artículo.

The two men, a Peruvian and an American, are first-hand witnesses to events that will soon be delivered to the mercy of historians and novelists.

Calling him “Don” Augusto doesn’t imply nobility, it’s a term used to distinguish Augusto Senior from his son, Augusto Junior.

Augusto carries himself like a diplomat from the Southern Hemisphere. He steered the conversation toward events his U.S. host would find familiar. Many of them, and their consequences, had been set into motion by the United States.

Augusto was very young when his country shipped its Peruvian-Japanese citizens to U.S. interment camps during WWII.

He read about the American-Korean War in the El Comercio daily and recalls scenes from the 1952 movie “Retreat, Hell” which he saw at a movie house in Lima. A decade later he followed the fate of Peruvian boys who enlisted to fight in our Vietnam War in exchange for U.S. residency.

He describes how the launch of Sputnik startled the world in 1957, followed by Gagarin’s orbit in 1961 and Armstrong’s moonwalk at the end of the decade. He believes organisms are out there to be found.

Augusto Rufasto enjoyed a career working with Peruvian and international clients for Price Waterhouse until he lost his eyesight. He is an advocate of open markets and the Friedman economics that toppled the power structure in Chile.

He notes that China has lifted hundreds of millions out of abject poverty and believes it may become the dominant world power. He agrees the U.S. must protect its productivity and intellectual rights.

Personal wealth is fundamental to a democracy. In the world according to Rufasto, workers should be paid based on their contributions. But unlike luxury cars and larger homes, certain products like healthcare are a natural right.

Is it morally correct to jump borders for the safely of our children? Augusto thinks it is, but adds that one person’s rights end where they violate those of others.

The U.N. General Assembly adopted the Universal Declaration of Human Rights when Augusto was eight years old. He traces those values back to the teachings of Socrates, Plato, Aristotle, and Christ.

Two men, strangers, verifying that certain amazing events did happen and that certain ideas were replaced with new ones.

En español

Se sentaron, y juntos se pusieron a explorar todos los hechos deimportancia mundial que tuvieron lugar durante sus vidas.

Ambos hombres, el peruano y el norteamericano, dos testigos de primera mano de eventos que muy pronto quedarán a la exclusive discreción de historiadores y novelistas.

El “Don” que precede su nombre no representa un título de nobleza. Es, más bien, un título a la usanza hispana, usado para distinguir a DonAugusto de otro hombre, su hijo, el que lleva el nombre del padre.

Augusto se desenvuelve en le conversación con el estilo de un diplomático del hemisferio Sur. Él dirigía la conversación hacia eventos que resultaran familiares a su interlocutor norteamericano. Muchos de los hechos discutidos, así como sus consecuencias, han sido puestos en movimiento por los Estados Unidos de América.

Augusto era muy joven cuando su país transfirió un número de ciudadanos peruanos de origen japonés a los campos de internamiento en que funcionaron en Norteamérica durante la Segunda Guerra Mundial.

Él siguió con interés los sucesos de la guerra de Estados Unidos con Corea en el diario El Comercio. También recuerda haber visto la película de Joseph H. Lewis “Paralelo 38” en 1952. Diez años más tarde seguiría con atención las historias de muchos jovencitos que se metieron al ejército norteamericano para combatir durante la guerra de Vietnam, jóvenes que esperaban recibir a cambio la residencia legal en los Estados Unidos.

Él recuerda el lanzamiento del Sputnik que asombró al mundo en 1957. Recuerda asímismo cómo Yuri Gagarin orbitó la Tierra en 1961 y cómo Neil Armstrong caminó en la Luna al final de los años sesenta. Él cree que hay vida en otros lugares del cosmos, vida que está a la espera de ser descubierta por los científicos de nuestro planeta.

Augusto Rufasto trabajó para la Price Waterhouse, teniendo contacto con clientes internacionales. La pérdida de la visión lo llevó a dar término a esta carrera. Él es un arduo defensor de la economía de libre mercado, esa economía “a la Friedman” que estuvo a la base del drástico cambio de la estructura de gobierno en Chile.

Para él, la China ha sacado a millones de sus ciudadanos de la pobreza, teniendo este país actualmente la posibilidad de convertirse en la más importante potencia mundial. Pero él está de acuerdo en que los Estados Unidos tienen que proteger su propia capacidad productiva y sus derechos intelectuales.

La democracia puede existir sólo si ésta permite la acumulación privada de riqueza, afirma. Y los trabajadores deberían ser remunerados en base a la contribución de cada uno de ellos al sistema. Pero ciertos servicios, tales como los de salud, no pueden ser tratados como si fueran lujos, siendo, antes bien, un derecho básico del ciudadano.

¿Es moralmente correcto el atravesar las fronteras de un país con el fin de dar cuidado y protección a nuestros hijos? Augusto opina que sí, pero añade que los derechos de una persona terminan allí donde éstos violan los derechos de los demás.

La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Declaración Universal de los Derechos Humanos cuando Augusto era un niño de ocho años. Augusto encuentra las raíces de valores como éstos en las enseñanzas de Sócrates, Platón, Aristóteles y Jesucristo.

Dos hombres que no se conocían, constatando que numerosos eventos mundiales tuvieron lugar, y que ciertas ideas del pasado terminaron siendo reemplazadas por ideas nuevas.

Mi agradecimiento a Augusto Rufasto, hijo, quien tradujo las entrevista al español.

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail

One Comment

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *